De amores y conflictos

Sistema de adopción en la Argentina.

El caso de una niña que estuvo 3 años en una familia de tránsito puso nuevamente en la agenda pública la temática de adopciones. En este Diálogo Ciudadanos nos propusimos entender cómo funciona el sistema, que requisitos exige, cómo actúan cada uno de los estamentos del estado, cuántas niñas y niños necesitan una familia, quiénes son y qué piensan las y los adultos que quieren convertirse en esas familias, el relato de niños adoptados, la experiencia de padres y madres adoptivos y de familias de acogida, entre otras voces que se entrelazan en historias de conflictos y amores.

Hoy existen alrededor de 200 convocatorias públicas abiertas para encontrar familias.

Conocé quienes son las niñas, niños y adolescentes de todo el país que están esperando una familia, y que se encuentran en instancia de Convocatoria Pública.

Hay más de 9000 niños, niñas y adolescentes en 556 hogares de todo el país sin cuidados parentales, que pasan largas y angustiantes esperas para encontrar familias, de entre tres y cuatro años en promedio. A medida que crecen, resulta más difícil que encuentren adoptantes. Actualmente hay 3042 personas y parejas inscriptas para adoptar en la Argentina. Pero menos del 2% estarían dispuestas a adoptar a niñas y niños de 11 años, al tiempo que solo el 21% desearían adoptar a aquellos de más de ocho.

El Sistema de adopción en Argentina permite a niñas, niños y adolescentes tener una familia que les brinde afecto y cubra sus necesidades materiales cuando no lo puede hacer su familia de origen. Existen distintos tipos de adopción: plena o simple, de acuerdo a lo que una jueza o juez considere más conveniente. Además, magistradas y magistrados deciden el tipo de vínculos que se mantienen o se extinguen respecto de la familia de origen.
También existe la adopción de integración que consiste en adoptar al hijo del cónyuge o conviviente.

El sistema prevé que niños, niña o adolescente sean llevados a un hogar de acogida, tránsito, o familia sustituta o solidaria. Este es un paso transitorio para protegerlos mientras se intenta reanudar el vínculo con su familia de origen, incluyendo a abuelos y hermanos. Si esto no es posible, el juez o la jueza busca otra familia entre los inscriptos en el registro de postulantes para la adopción del mismo lugar de residencia del chico, y si no se encuentra se amplía la búsqueda al Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos, que incluye todos los postulantes a nivel nacional.

Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos

Funcionamiento de la DNRUA

Estadísticas Nacionales al 1/6/2021 – Fuente Base de datos DNRUA –

Estadísticas por Provincia al 01/06/2021

Franco, 10 años

Hola, buenas tardes, hoy les voy a contar mi experiencia de cuando estuve en la casa de los que me cuidaron cuando era muy chiquito. Apenas nací tuve una progenitora que me dejó, después me mudé a una casa de personas que cuidan y ahí la pasé muy bien, era buena la experiencia. Y después llegó una familia hermosa a adoptarme, y eso fue toda la experiencia que tuve en la casa de los Cifuentes.

Lucho, 11 años

Hola, soy Lucho, yo le pediría a los jueces que entiendan que una familia solidaria o una familia de tránsito o el nombre que les quieran poner, o les guste, para mi son parte importante de mi vida.

Jorge Viera, papá adoptivo

Jorge narra sus dos experiencias en adopción, tanto con la ley anterior como con el nuevo sistema. Además plantea un desafío: «Me parece que falta un acompañamiento en la post adopción. Pasado el juicio de adopción y la cuestión de papeles, sería interesante que haya un organismo y que uno pueda hacer consultas con profesionales que estén formados y nos puedan orientar o contener».

Olga Saavedra, mamá adoptiva

Olga cuenta su experiencia en la adopción de su hijo menor, quien llegó a su familia con 7 años, luego de permanecer por más de 2 años con una familia solidaria. «La verdad fue una de las mejores experiencias que debe haber en el sistema de relación o sea: familia definitiva adoptiva con familia solidaria quien cuidó, cobijó, ahijó, a ese niño totalmente vulnerable». Además, explica una situación que les tocó vivir para tener en consideración a la hora de «revisar, fortalecer o mejorar» el sistema.

Familia Medina, familia adoptiva

La familia Medina elige contar, desde su experiencia personal, la demora en los casos en que se apela la decisión de los juzgados de primera instancia y la Cámara debe resolver el estado de adoptabilidad de niñas, niños y adolescentes. «El problema está que en esas distintas salas de la Cámara, la mayoría de sus miembros no tienen especialización en derecho de familia, y entonces muchas veces no se resuelve rápidamente, y lo que es peor, se lo hace en perjuicio del interés superior del niño o del adolescente. Hay que reconocer que son excelentes camaristas con bastos conocimientos en relaciones contractuales, en quiebras, en todo lo que atañe al mundo de los adultos, pero cuando se trata de niños o adolescentes, no se ponen en la piel de un niño, no se mimetizan, y esto es lo que a nosotros nos pasó». «Nos llevó prácticamente dos años en la Cámara para que recién se resolviera el estado de adoptabilidad que podría haberse hecho en un año o menos, porque a partir de allí recién teníamos que iniciar el juicio de adopción».

Familia Alassia, familia solidaria

La Familia nos cuenta por qué y como decidieron ser parte del programa de familia solidaria, y además detallan su primera experiencia, no exenta de dificultades, que se resolvió luego de la intervención de esta familia para reactivar el expediente. El segundo caso se resolvió en tiempo y forma, 3 meses. La tercera experiencia ocurrió en el año de la pandemia con un niño que vivía en el hospital por casi dos años y con un grado de discapacidad, por ello había que sacarlo de urgencia de la institución sanitaria. «Siempre tuvimos muy en claro cuál era nuestro rol dentro del sistema, sabíamos todos que la convivencia en el hogar con esos niños era algo transitorio, que deberíamos ser el instrumento que les brindaría el amor de familia sin ser su familia definitiva. Brindarles el amor de padres sin ser sus padres que los adoptarían. Brindarles el amor de hermanos sin ser sus hermanos de sangre. Y todo esto sin saber cuánto tiempo sería ese transitar. Tiempo que no dependía de nosotros, sino de los demás integrantes del sistema con poder de tomar las decisiones». Al finalizar el relato, la familia Alassia comparte sus conclusiones para visibilizar la problemática de las adopciones y que cada actor del sistema pueda tomar las mejores decisiones en el momento oportuno.

Video editado por la familia solidaria Alassia

Agradecemos la colaboración del Servicio de Apoyo a la Adopción Rosario (SAAR). Conocelo.

“Sobre el Contexto Legal que rodea la situación de Mimi” escribe Gabriel Lerner, Secretario Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia

Gabriel Lerner explica que el instituto de la adopción está fuertemente anclado en el interés superior de niños, niñas y adolescentes, relata que los más pequeños no tienen mayores dificultades para acceder a una familia adoptiva. “Desde la perspectiva de los niños y las niñas los problemas se agudizan en niños más grandes de 4, 5 años en adelante, que van apareciendo menos postulantes para la adopción, ni hablar si estamos hablando de adolescentes, o de pequeños con patologías severas o grupos de hermanos”.

Asimismo, el funcionario nacional explica las modificaciones del marco legal y sus avances, reduciendo el margen de arbitrariedades, fortaleciendo los derechos de niñas, niños y adolescentes. Además, Lerner aporta datos para entender la dimensión cuantitativa a través de una encuesta efectuada por la Secretaría junto a UNICEF: “De los niños y niñas de 0 2 años de edad sólo el 0,5% no convive con sus dos progenitores o con uno. La franja de 3 a 5 años, sólo el 1,3% no viven con papá o con mamá. Es decir que la mayoría vive con la familia extensa, la familia ampliada, o sea que en Argentina la inmensa mayoría vive con su familia de origen. Tampoco hay un número muy grande de menores separados del grupo familiar: actualmente son 8500, sólo el 25% son pequeños de hasta 5 años de edad y están en forma transitoria, muchos vuelven a su familia de origen, sólo una minoría va a procesos adoptivos como solución familiar necesaria”.

Para finalizar, el secretario Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, subraya el marco legal favorable para que niñas, niños y adolescentes accedan a sus derechos en el marco de procesos adoptivos y marca las dificultades que muchas veces generan situaciones problemáticas que trascienden en los medios.

German Busamia – Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén

Germán Busamia realiza una introducción sobre el sistema de protección integral de derechos de niños, niñas y adolescentes en la provincia de Neuquén, efectúa una explicación sobre las cuestiones formales o procesales de la situación vital que les llegó y finalmente algunas consideraciones sobre las motivaciones y los fundamentos de la decisión que adoptó la sala civil del tribunal superior de justicia de la provincia de Neuquén que integra el Dr. Busamia junto al Dr. Evaldo Darío Moya, a través de la cual se concedió la adopción de una niña a una pareja de mujeres que la acogía como familia solidaria desde que la menor tenía un año y once meses de vida. La niña cumplió siete años y el Tribunal Superior de Justicia de Neuquén (TSJ) autorizó a esas madres a iniciar el juicio de adopción por entender que era necesario resguardar su salud integral. “La pequeña manifestó su deseo de seguir viviendo con su familia”, remarcó Busamia. “Esta resolución no importa un cambio en la doctrina de este Tribunal Superior de Justicia en torno al instituto de la adopción. Se trata de una situación excepcional, no querida ni prevista por el ordenamiento jurídico, y diversa de la establecida normativamente, pero que resulta una realidad que no puede ser ignorada a la hora de adoptar una decisión fundamental sobre la vida de la niña”.

Marcelo Molina – Juez de Cámara en lo Civil y Comercial de Rosario – Santa Fe, especialista en Derecho de Familia

Marcelo Molina explica qué es una medida excepcional que permite al Poder Ejecutivo retirar a niñas y niños del centro de vida y que va a ser controlada por el Poder Judicial. Cómo funciona el sistema de familias solidarias o de acogimiento. ¿Qué sucede cuando los plazos que prevé la ley se extienden? ¿Qué sucede cuando esa familia solidaria ha quedado su suerte, el Estado no la ha acompañado? “Si la familia solidaria nos plantea que este niño o esta niña se ha realizado con nosotros como hijo ya no como una cuestión de tránsito. Si la respuesta que les da el Estado es de desconocer lo que ha sucedido, creo que nos estamos equivocando. Quizás estemos reivindicando un principio o una ley por la ley misma, quizás estemos tapando nuestras propias ineficacias, nuestra ineptitud.  Si el mandato constitucional es estar siempre al servicio del interés del niño, en realidad la traducción es interés superior de ese niño, de esa niña, de ese grupo de hermanos”.

Recomendamos conocer la obra «Cuánto tiempo es un tiempito» del Dr. Marcelo Molina.

Ingreso para la lectura del libro on line

Ana Carolina Cano – Jueza de la Cámara de Apelaciones, Sala de Flia y Sucesiones, Concepción Tucumán

Ana Carolina Cano explica la herramienta que posee la provincia denominada “Protocolo Interinstitucional de aplicación del sistema”, el rol que cumple cada actor del sistema de adopción y, sobre todo, el papel de las familias solidarias. “Para que este sistema de protección integral de derechos en relación a las personas menores de edad funcione, debe necesariamente estar de acuerdo con la ley priorizando el mejor interés del niño y sus derechos fundamentales”.

Karina Bigliardi – Jueza del Juzgado de Familia N° 7 de La Plata – Buenos Aires

Karina Bigliardi manifiesta su preocupación por lo que sucede con esos niños, niñas y adolescentes y su relación con el tiempo, con los tiempos de espera, que esperan esas familias que los quiera y que los acompañen en su desarrollo. La jueza afirma la importancia del compromiso con cada niño o niña, y el trabajo conjunto con los organismos administrativos y los lugares de alojamiento, ya sea hogares o familias de abrigo o familias acompañantes. “Hay que tener como norte que el interés superior del niño va de la mano de una tutela judicial efectiva, entonces hay que generar medidas diligentes y pertinentes, para que en el corto tiempo ese niño o esa niña quede insertado en la familia que lo va a acompañar en su desarrollo”. La jueza propone “no encasillarnos y tomar sólo lo que la estructura de la norma interna nos dice, sino que buscar una respuesta o una solución adecuadas a esas particularidades que para mi hay que tener siempre presente”.

Además la jueza Bigliardi reflexiona sobre el lugar en que niñas y niños esperan mientras los operadores judiciales resuelven la situación definitiva. “Más allá de que existen hogares con personas muy comprometidas que colaboran en forma permanente con los niños y que tratan de darles lo mejor de sí, la formación en un hogar no resulta lo más conveniente”. “Niñas y niños que han esperado los tiempos para el estado de adoptabilidad y el trabajo de los órganos administrativos en familias de abrigo o familias solidarias, han sido realmente óptimas”. La jueza relata el trabajo de estas familias de abrigo, la relación con niñas y niños, y también la relación con la familia anotada en los registros con fines adoptivos. «Veo desfavorablemente la prolongación más allá de los 180 días más lo 90 días que el código les da a las juezas y a los jueces para decidir el estado de adoptabilidad».

Alicia Taliercio – Jueza del Juzgado de Familia Nº12 de Lomas de Zamora

Alicia Taliercio con sus 25 años de experiencia en el juzgado de Lomas de Zamora narra cómo se vive el proceso de adopción, explica dónde debe estar colocada la mirada, habla de las implicancias de la ratificación de la Convención Internacional de los Derechos del niño, realiza una breve descripción de cómo era y cómo es el sistema. ¿Qué pasa cuando los niños son sacados de su núcleo familiar? La jueza narra lo que sucede en la práctica cotidiana: “Estos chiquitos a veces son institucionalizados en distintos organismos, con la mejor buena voluntad, que forman como una gran familia, pero en la cual hay cuidadores que se van rotando, donde los niños ese sabor a familia, realmente no lo tienen”. ¿Qué sucede cuando quedan en las familias solidarias un tiempo prolongado? “¿Nosotros podemos decirle a estos niños no te encariñes con este matrimonio o con esta persona, porque esta persona después no te va a adoptar?”, cuestiona la magistrada. “He tenido un caso en que un chiquito que había pasado ya por varios hogares, cuando al fin le conseguimos unos papas adoptivos, tirándome así de la manga de mi saco, haciéndome montoncito con las manos, me dice che, jueza, a estos sí les puedo decir mamá y papá. Señores ¿Esto no es estresante? ¿Esto no es dramático?”, manifiesta Taliercio. Además, la jueza se interroga al momento de decidir un estado de adoptabilidad cuando niñas y niños han permanecido un tiempo excesivo con familias o personas a su cuidado: “¿Quiénes somos nosotros para decir que no? ¿Quiénes somos nosotros para aumentar el estado de abandono que tuvo ese niño en su momento para ponerle otro abandono más? Frente a esto, tenemos que ser creativos”.