La función judicial conlleva mucha responsabilidad y es difícil tomar ciertas decisiones en un ámbito de presión y de amenazas

Entrevista a Sergio Cañete, juez de Instrucción y Correccional N°2 de Formosa e integrante de la Comisión de Seguridad de la FAM

Entrevista a Sergio Cañete, juez de Instrucción y Correccional N°2 de Formosa e integrante de la Comisión de Seguridad de la FAM

¿Cómo estás viendo en Formosa la realidad en materia de seguridad de magistradas, magistrados, funcionarias y funcionarios, y qué estás viendo a nivel nacional?

Con respecto a la ciudad de Rosario y otras circunscripciones a donde se están viviendo muchos episodios de violencia hacia el Poder Judicial en general y en particular a los magistrados y funcionarios judiciales, es muy preocupante, me solidarizo con ellos porque me imagino que no debe ser fácil, de por sí la función judicial no es fácil. Para que entienda el ciudadano común, la función conlleva mucha responsabilidad porque está en juego la vida y la libertad de las personas. Entonces debe ser muy difícil para los colegas magistrados poder tomar ciertas decisiones en un ámbito de presión semejante e inclusive de amenazas. Acá en Formosa tenemos una situación totalmente diferente, no tenemos esos inconvenientes, puede ser a veces la ciudadanía, o cierto sector a veces político, cuando no están conformes con las decisiones, pero no pasa más allá de eso. Estamos siempre en contacto permanente con las fuerzas de seguridad charlando de estos temas y siempre bregando para que todo esté en orden. Gracias a una política de seguridad aquí en la provincia, llevada a través del Ministerio de Gobierno provincial, tenemos, dentro de todo, una situación en armonía comparados con otras provincias. Eso colabora al desarrollo social, al clima social, que colabora para que no infiera en modo exacerbado hacia la magistratura.

A nivel nacional, estuve en contacto con los colegas en la Comisión de Seguridad, estamos analizando propuestas para que se puedan tomar todas las medidas necesarias. La solución no va a salir sólo del poder judicial, las propuestas de la magistratura hay que consensuarlas con los poderes ejecutivos que son los que manejan las fuerzas de seguridad y juntamente con esas fuerzas realizar capacitaciones y buscar soluciones alternativas para bregar por la seguridad de la ciudadanía y de quiénes tienen que impartir justicia.

¿Por qué decidiste participar de una Comisión como esta? ¿Cuál es tu inquietud? ¿Cuál es tu historia que te llevó a decir “sí, yo puedo colaborar”?

Cuando me lo propuso la Dra. Taboada acepté con gusto porque previo a ser magistrado yo era abogado litigante y estuve 20 años trabajando en la policía de la provincia de Formosa como asesor letrado. Entonces manejo la temática desde el lado de la institución policial, conozco sus mecanismos. No obstante, no tengo una visión sesgada, al contrario, tengo una visión objetiva y eso también me permite hoy en día, dentro de la función judicial, hablar con el personal policial y seguir puliendo ciertas cosas porque siempre hay aspectos para mejorar.

¿Existen en Formosa protocolos para la prevención o se está pensando elaborarlos?

Protocolo exclusivo y definido respecto de la seguridad de los magistrados, no hay. Sí hay colaboración. Ante un problema puntual de algún magistrado, se acude a las fuerzas de seguridad y no hay ningún inconveniente, siempre están a disposición y se hacen cargo de la situación. Ahora estoy prensando y diagramando un protocolo junto a las fuerzas de seguridad. Nosotros en el edificio de Tribunales tenemos cámaras y personal policial, hay una delegación de la policía dentro del poder judicial y ellos se encargan de la seguridad en todos los edificios y sobre todo en el de tribunales, pero estoy armando un proyecto con un protocolo. Nosotros no estamos exentos de la inseguridad, tenemos mucha exposición pública por los temas sensibles que tratamos.  Formosa es una provincia joven, nos conocemos todos, creció mucho la población, pero no es como en las grandes urbes, y la gente está más pendiente de las noticias, las novedades, los fallos que vamos sacando, aquí los medios de comunicación juegan un rol fundamental, y a veces eso nos pone en situaciones un poco más complejas. Por ahora no ha pasado nada grave, pero para qué esperar qué suceda algo, tenemos que armar algo para la prevención o ante la eventualidad de un suceso indeseado.

Por ahí nos quedamos pensando el crimen organizado o en la justicia penal, pero hemos visto casos de agresiones que se dan en los juzgados de familia, con la conflictividad que ellos tienen, o en juzgados del trabajo también, por eso la problemática no queda circunscripta. Por eso me quedo pensando en los protocolos o en la necesidad de estandarizar ciertos procedimientos.

Además del protocolo que estoy armando estoy pensando en dar algunas charlas al poder judicial para que tengan en cuenta cuestiones, no solamente procesales, sino también en las múltiples miradas sobre la seguridad. Estoy entusiasmado.

Estamos viviendo niveles de inseguridad creciente toda la ciudadanía. Qué pasa cuando vemos que el que tiene que impartir justicia o resolver los conflictos padece la inseguridad en carne propia. ¿Cómo ves esas dos realidades, que efectivamente convergen, pero las podemos analizar también por separado?

Creo que culturalmente la ciudadanía pensó que esta situación nunca le iba a ocurrir a un magistrado o funcionario judicial por el hecho de estar en el poder judicial o tener ciertos privilegios, como esa visión de casi intocables. Pero en realidad somos ciudadanos como cualquier otro, por supuesto con responsabilidades, con ciertas atribuciones, pero no estamos exentos de sufrir algún ilícito. A nosotros nos pueden robar como a cualquier ciudadano, nos pueden lesionar, podemos tener un accidente grave, podemos tener distintas situaciones, amenazas como estamos viendo ahora, y la verdad es que es preocupante. Creo que es una realidad social que se está viviendo estos últimos años. También es cultural. Se han perdido muchos valores y el respeto a la autoridad en general, porque te habrás dado cuenta que en los colegios ya no respetan, en muchos casos, a los maestros, al director. Además, no se puede dejar de señalar que estamos pasando por una realidad económica bastante difícil. Pero creo que con el aporte de todos podemos llegar a mejorar algunas cosas. Asimismo, hay que tener en cuenta otros aspectos que entran en juego: los medios de comunicación y las redes sociales. Estamos expuestos y muchas veces se utilizan esos medios.