Por Ariel Ariza, presidente de la Federación Argentina de la Magistratura y la Función Judicial
Preguntarnos cuánto el diálogo es la herramienta de construcción actual de las políticas públicas y de los espacios institucionales en nuestro país es algo que lleva a reflexionar. Atravesamos unos meses –que conforman lo que denominamos año- signados por la emergencia sanitaria y la consecuente limitación de encuentros presenciales. Esto motivó que las posibilidades de diálogo entre los actores sociales y políticos se hayan transformado en muchas ocasiones en monólogos y discursos de razones para ser oídas por quien quiera juntar los pedazos y armar el rompecabezas de la vida pública en las provincias y en la Nación.
Quienes componemos FAM, casual y precisamente este año, hemos querido empezar a profundizar la mirada y escuchar las opiniones de todos los sectores, actores, y espacios de la sociedad de la cual gestionamos y decidimos sus conflictos cotidianamente. Hemos dado el paso adelante para hablar entre todas y todos de los problemas que repercuten en los sistemas judiciales y que hacen a la vida de cada habitante de este país. Hablar sostenidamente para que cada ciudadano pueda ver qué ocurre cada vez que se desarrolla un proceso de familia, un reclamo laboral, un conflicto de derecho del consumo, una investigación de algún delito que genera alarma social y sobre el que se busca responsables.
En FAM queremos que el Diálogo entre los ciudadanos y las ciudadanas sobre los temas que hacen a sus justicias, sea algo permanente, duradero, vivo, crítico, punzante, dialéctico, evolutivo y racional. Que este espacio de comunicación que es Diálogo Ciudadano, que iniciamos en septiembre de 2020, sea sólo el incentivo para generar nuevos diálogos y conversaciones en la sociedad sobre y por fuera de los tópicos que aquí se tratan y abordan.
Para profundizar este modo de actuar en la escena pública queremos que todos los temas que hacen a la conflictividad de la vida en sociedad tengan lugar en Diálogo Ciudadano. No podemos dejar de mencionar que FAM ha logrado conformar la Red Federal de Equipos de Comunicación que da lugar a un gran equipo de comunicación de las Asociaciones y Colegios de Magistrados y Funcionarios de las provincias argentinas y CABA. Si acudimos a una imagen musical poderosa y diversa que represente estos avances, bien podemos representarnos la voz de Lila Downs ambientando nuestras conversaciones.
En 2020 han sido muy difíciles de sintetizar los cambios que operaron y siguen manifestándose como imperiosos en los sistemas judiciales. Para ciudadanas y ciudadanos y para el ejercicio profesional de abogadas y abogadas ha sido este un año en que se han profundizado el camino de la digitalización de los procesos. Este es un tema que hemos querido dejarlo señalado como una prioridad de integrantes de los sistemas judiciales, de abogadas y abogados y de la ciudadanía que espera que sus derechos sean reestablecidos más allá de las condiciones de distanciamiento o aislamiento que pueda plantear la emergencia sanitaria. Ya nada volverá a ser como antes en materia de procesos y tecnologías. Para medir el modo de avance en estas transformaciones hemos querido escuchar las voces llevan adelante la búsqueda de elementos y criterios comunes en innovación y nuevas tecnologías dese la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justica como así también escuchar a los usuarios de estos entornos y en especial a quienes tienen que operarlos en lo cotidiano.
Entre las discusiones que hacen a uno de los ejes de la vida en sociedad este año ha estado caracterizado por un resurgir de la cuestión alimentaria y la información que se brinda sobre los productos disponibles para los consumidores. Esta temática atañe de modo directo a todos los segmentos etarios de nuestro país y nos coloca ante la necesidad de incorporar prontamente los nuevos criterios que están teniendo desarrollo legislativo.
Agradecemos especialmente a quienes desde la disciplina del Derecho del Consumidor están sentando pasos firmes para garantizar que podamos mejorar la calidad de las decisiones que refieran a la materia alimentaria y en suma al derecho a la salud de la ciudadanía que ha sido tan crítico en 2020. Hemos recibido en especial el aporte de integrantes de la Cátedra B de Derecho de Consumidor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Rosario y de especialistas en la materia y ciudadanas y ciudadanos que todos los días buscan construir alternativas saludables de alimentación.
Tal como ha sucedido en 2020, esperamos un 2021 que tendrá a los sistemas judiciales en máxima intervención y exigencia en los temas de relevancia para la sociedad del presente y de los próximos años. Les decimos a las ciudadanas y ciudadanos que lo haremos sin cansancio y sin ahorrar esfuerzo alguno sabiendo que la independencia judicial es el mejor resguardo para que todas y todos tengamos un Estado de Derecho democrático que haga de mejor calidad la vida de todos. El modo de lograrlo será hacerlo en diálogo permanente con la sociedad, a través de un fuerte y cuidado Diálogo Ciudadano.