Por Gladis Beatriz Regosky, Jueza Cámara de Apelaciones con Competencia Universal, vicepresidenta de la Asociación de Magistrados y Funcionarios Judiciales del Chaco e integrante de la Comisión de Seguridad de la FAM.
Esta es una reflexión que quiere hacer aportes a la mirada general sobre la afectación que viene sufriendo en las diversas provincias, la seguridad de quienes se desempeñan en el Poder Judicial, cualquiera sea su área, pero principalmente quienes desarrollan sus tareas en la problemática penal, por eso desde esta Comisión de FAM, que tan generosamente se me permite participar, representando a la Provincia del Chaco, y opinar, voy a exponer algunas ideas. Y Limitada a las cuestiones Provinciales que son a quienes nos nuclea la Federación.
En éstos tiempos de nuestro País, la vida diaria de los ciudadanos se ve convulsionada por diversos actos violentos, los cortes de piqueteros en rutas, en accesos, en edificios públicos, en residencias privadas, la violencia y el ejercicio de derechos de modo violento, se ha vuelto algo natural y que cada día genera mayor crispación de la sociedad, que debe recorrer estos trayectos y enfrenta a la que reclama, no se sabe bien que, aunque siempre hay un argumento. Y, por otro lado, la inacción de los Organismos que no deciden en definitiva quién se encarga de un problema que crece. La crispación social y la paciencia está colmándose, ese es el sentir generalizado.
Además, deben escuchar todos los días en las noticias, que ocurren delitos que van cada vez a una escalada de mayor violencia, o ser víctimas, y que les toque transitar el proceso judicial, el día a día de la justicia que tiene, además, sus propios requisitos para avanzar, justamente por esto de que hemos evolucionado y la justicia por mano propia no está permitida con la idea de lograr una convivencia social armoniosa y que pueda desarrollarse. Entonces, genera otro enojo, en respuesta a quienes deben impartir esa justicia. Transformándose en agresiones y ataques en diversos medios tanto periodísticos, en redes sociales, o personalmente y escalando a hechos de gravedad tal que arriesgan la vida de Funcionarios, Magistrados y quienes prestan su servicio en el sistema Judicial. Enorme problema del que recién se comienza a hablar, a iniciar una página de reconocimiento, a raíz de acontecimientos que tienen una connotación pública muy fuerte, como los de la Provincia de Santa Fe,- pero los hechos son diversos- en la forma en que nuestras vidas personales son afectadas .
Estamos comenzando a tener un poco más de conciencia en que la ciudadanía tiene una reacción diferente y tenemos que adecuarnos a los tiempos y también en nuestra protección. Por ahí nosotros nos somos muy conscientes de lo expuestos que estamos en diversas situaciones y hay un agravamiento de la inseguridad pero es como el estado general de la sociedad.
Lo he vivenciado en diferentes formas, he escuchado posturas diferentes, y en los encuentros Provinciales de la Comisión de FAM, creada al efecto y como consecuencia de ésta situación, no todas las problemáticas son iguales, y requieren formas diferentes de accionar y de intervenir, pero partiendo de un punto común. La seguridad.
Y ahí aparece un tercer problema que tiene aristas diversas, que es la seguridad en el desarrollo de las funciones de quienes debemos cuidar, brindar protección, dar respuestas justas, y dar garantías de paz social, en los distintos niveles de trabajo en la justicia, en su función diaria, el enojo del ciudadano común con un problema en la justicia, que genera reacciones de diverso tenor violento, pasamos a agresiones físicas directas , o a los tiroteos de los vehículos de Jueces, de los Fiscales, a las amenazas a los familiares, en fin, diversas modalidades y uso de la violencia, que hacen que, a la hora de proceder en una investigación o juzgar un hecho, no contemos con la paz y tranquilidad necesarias para un buen desarrollo de funciones y análisis frío, equilibrado y objetivo del caso concreto. Estamos con una preocupación extra que es nuestra seguridad.
Y este tema es el que nos convoca, el que hace que desde el interior de las diversas representaciones Provinciales que integramos FAM nos preguntemos, ya que de una manera u otra todos estamos sufriendo este tipo de problemáticas, entonces, el Poder Judicial debe seguir de ésta manera, como en otros tiempos, que indudablemente eran menos violentos, sin cuidados y sin la protección adecuada, ya que vemos en el día a día, en cualquier portal, que los Gobernadores, los Diputados, los Senadores, Presidentes, etc., o sea sintetizando Poder Ejecutivo, rangos bajos en la cadena de mando, y legislativos, tienen protección, custodias, vehículos adecuados, y en general adecuada protección en cada uno de los movimientos que realizan, pero el Poder Judicial en General, el otro poder, y después de un sondeo/ encuesta realizado, particularmente los poderes Judiciales Provinciales, no tiene protección, en la mayoría ni siquiera realizan cacheos básicos de armas por seguridad propia en los ingresos de los edificios, o tampoco tienen instalados detectores de metales. No tienen seguridad en las Salas de audiencias, existe una desprotección palpable, y que, en más de una ocasión, como operadores, no nos damos ni siquiera cuenta. Hasta que sucede y nos agreden, nos amenazan o rompen nuestros vehículos o nos tirotean oficinas y lugares de trabajo.
Por lo que, desde ésta óptica lo que se quiere aportar desde ésta Comisión de Seguridad, es encontrar soluciones, preparar propuestas, trabajar con quienes toman las decisiones desde los distintos Poderes Judiciales Provinciales, desde el conocimiento directo del interior del poder Judicial, y de forma seria, colaborar en la búsqueda de soluciones y anticiparnos a que ningún Funcionario, ni Magistrado de la provincia que fuera, y en ningún rincón de nuestro País donde los operadores trabajan denodadamente en la búsqueda de la paz social, en la búsqueda de respuestas adecuadas a los justiciables, a quienes se acercan al poder Judicial en busca de respuestas, y de soluciones concretas, sea afectado en su equilibrio emocional y sin que, quienes deban dar esas respuestas, se encuentren amenazados, perturbados o en riesgo de vida.
Entendemos que, desde ésta óptica, podemos aportar nuestros saberes, en la búsqueda de consensos y modos de arribar a soluciones, nos anticiparemos a que la violencia no sea la forma en la que se determinen nuestros días y el modo de trabajar.
Buscamos y pensamos en un trazado de aportes, de ideas y propuestas, para el trabajo organizado, en poder resolver civilizadamente estas situaciones, poder encontrar formas de trabajo seguro, y que se tomen las responsabilidades adecuadas para una respuesta urgente a este apremio y clamor de poder trabajar con tranquilidad en las decisiones, con el objetivo siempre de lograr una Sociedad Justa y con Paz social.
