Es el segundo documental de la realizadora Alejandra Perdomo, que cuenta además su propia búsqueda.
«Apropiarse de un niño o una niña, no importa la época del país, es una violación a un derecho humano y quien busca su origen debería poder saber a dónde remitirse». Alejandra Perdomo hace cine y lo hace como una forma de militancia, «eso que me enseñó el feminismo en la calle». Y esa militancia que es su búsqueda personal desde hace más de 20 años, esa búsqueda que infinidad de veces la llevó de oficina en oficina del Estado sin obtener aún ni respuesta ni reparación, también la llevó al cine primero en 2014 con su documental «Nacidos vivos» y con «Laberintos personales».
Esta segunda producción, que aborda la lucha de las personas cuya identidad fue sustituida y que batallan por conocer su verdadero origen, ahora también a través de un amparo ante la Justicia Federal, se puede ver en Cine.AR.
«Durante la pandemia de Covid 19 un grupo de hijas e hijos sustraídos de sus familias, junto a madres a quienes les arrebataron sus bebés víctimas del tráfico de personas, se unieron para exigir ante la Justicia Federal que sus derechos vulnerados sean restituidos y así poder llegar a la verdad», dice en la presentación de «Laberintos personales», esta segunda producción que va más allá y que deja en claro, como señala Perdomo, que «lo que sucede en estos casos son reiteradas vulneraciones de derechos a esos niños y también a esas mujeres a quienes en muchos casos, les fueron arrancados en situaciones de vulnerabilidad».
Romper la invisibilidad de quienes buscan y lo que llama «la naturalización de la violación del derecho a la identidad» que sostuvo en tiempos de dictadura y también de democracia, es parte del debate que Perdomo quiere abrir con la película.
En «Laberintos personales» aparecen los testimonios de personas jóvenes, nacidas en democracia. «Sigue sucediendo», insiste la directora, «es imprescindible que exista una campaña nacional masiva de difusión donde quede en claro que apropiarse de una niña o un niño, no importa la época del país, es una violación de un derecho humano fundamental, y que a la hora de buscar su origen esa niña o niña debería saber donde remitir su búsqueda, algo que hasta ahora en Argentina no sucede».
Podés ver Laberintos Personales en Cine.AR
 
								 
															




