Mujeres tras las rejas es una ONG liderada por Graciela Rojas que viene realizando un profundo trabajo social en la cárcel de Rosario, acompañando intramuros a las mujeres presas y refugio y contención una vez que estén afuera. Ya lleva 15 años de funcionamiento, esta organización que encontró en la cultura y el arte las herramienta necesarias para visibilizar las condiciones de vida intramuros, los ultrajes, las vulneraciones y sus sueños de libertad. Las presas escriben obras teatrales, libros, poesías, hacen programas de radio, crearon una huerta para mejorar su comida y alimentar a sus hijas e hijos pequeños.
«Nosotras, las mujeres en el arte, presas de esa imagen, nosotras las mujeres en la casa, presas de un sistema que nos confina a los márgenes de toda representación, nosotras, las mujeres privadas de la libertad en el margen de todos los márgenes, nos proponemos mostrándonos al mundo y a nosotras mismas con una mirada deconstruida».
Comenzaron con el teatro intramuros, pero el gran avance se dio con la radio comunitaria: “Una ruptura con el encierro donde entra el afuera y sale el adentro”. La radio fue un despertar de conciencias, de derechos que no deben pausarse con el encarcelamiento, las carencias del sistema se filtran en ese espacio de reflexión y comunicación. “Íbamos varios y armábamos una estructura, incluso dábamos cursos o charlas”, cuenta Graciela.
“Muchas mamás que se iniciaron con nosotras pudieron por ejemplo pararse frente un juez y decirle que sus hijos necesitan comer o vacunarse”, cuenta Rojas. En el medio de la radio surge “El enredo” taller de costura que se realiza dentro de la prisión y los resultados se comercializan en ferias.
“Antes de ser victimarias, esas mujeres son víctimas de un sistema. Todas dejaron de estudiar para criar hermanos, hijos, sobrinos. No saben cómo cuidarse sexualmente. Y nunca recibieron atención de su salud, maman mandatos patriarcales fríos y crueles desde antes de nacer, explica la fundadora de la ONG.
Encuentro de Bordadoras en el museo con El Enredo., proyecto de arte comunitario impulsado por la ONG Mujeres Tras Las Rejas, trabaja con mujeres privadas de su libertad en la Ciudad de Rosario (Santa Fe).
Mujeres Tras las Rejas pudo inaugurar una sede en conjunto con la Asociación de Pensamiento Penal. En ese espacio se dictarán talleres para que las mujeres puedan desarrollarse económicamente cuando su condena termine y llegue el momento de reinsertarse en la sociedad. La propuesta es variada con talleres como fotografía, arreglos de bicis y de moto, todos dictados por profesionales. Mientras tanto este 2021 dentro del penal las actividades continuarán: poesía, huerta, fútbol entre muchos más.
La casa compartida en Asociación penal y Mujeres Tras las Rejas, no solo será un espacio para actividades y encuentros, también tendrá un sentido importantísimo dentro del sistema judicial: ser domicilio legal y de pre egreso, garantizando la posibilidad de socializar antes de la libertad total.
Prólogo del Libro Corazón sin Control, palabras de Mujeres tras las Rejas