Decisiones judiciales durante la pandemia en conflicto con los poderes ejecutivos, el poder judicial no puede ser una caja negra, el juez no es un árbitro de la corrección o la incorrección de las decisiones políticas, el juez no debe caer en la tentación de asimilar aquello que no le gusta con aquello que es inconstitucional, acceso a la justicia y participación ciudadana fueron algunas de las reflexiones de los máximos representantes de los poderes judiciales de la Argentina y el mundo.
Las Jornadas Científicas de la Magistratura organizadas por la Federación Argentina de la Magistratura y la Función Judicial (FAM) se inauguraron el lunes para todo el mundo a través de la página famconecta.org y el canal de YouTube de la Federación Prensa FAM.
Participaron del acto de apertura junto a Ariel Ariza, presidente de la FAM, Carlos Rosenkrantz, presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, María del Carmen Battaini, presidenta de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia (JuFeJus), Walter Barone, presidente de la Federación Latinoamericana de la Magistratura (FLAM), y las autoridades de las 24 asociaciones y colegios provinciales y de CABA que integran la Federación.
A continuación, se sumaron a hablar de independencia judicial Horacio Rosatti, ministro de la CSJN, José Igreja Matos, presidente de la Unión Internacional de Magistrados (UIM), Aída Kemelmajer, jurista, ex ministra de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, Marcelo Gallo Tagle, presidente de la Asociación de Magistrados de la Justicia Nacional y José Luis Lasalle, presidente de la Federación Argentina de Colegios de Abogados.
El presidente de la institución organizadora explicó por qué se decidió que, por primera vez en su historia, las jornadas sean abiertas a la ciudadanía: “Creemos que las discusiones, las miradas, las críticas, tienen que ser compartidas entre las ciudadanas y los ciudadanos, porque nosotros lo somos y porque la tarea que realizamos se muestra de vital importancia para la subsistencia de la vida en democracia” manifestó Ariel Ariza.
Por su parte, Carlos Rosenkrantz destacó dos desafíos que deben afrontar las y los operadores judiciales: “El primero de estos desafíos es eminentemente funcional ¿Qué debemos hacer para trabajar mejor, para ser más eficientes? Debemos recordar un hecho que suele pasar inadvertido, los jueces integramos una burocracia estatal, tenemos personal y recursos públicos a cargo” pero, señaló, la judicatura no recibe formación en la gestión de recursos y debe capacitarse en esa materia.
“El segundo desafío, está vinculado con nuestra legitimación social: el poder judicial debe ser un poder abierto. La enorme demanda que existe sobre el Estado también aplica al poder judicial, por eso tiene que ser absolutamente transparente. El poder judicial no puede ser una caja negra. No debemos ser temerosos al respecto tenemos muchísimas y muy buenas cosas para mostrar, de las que sin dudas nos vamos a sentir muy orgullosos” destacó Rosenkrantz.
A su turno, Walter Barone hizo referencia a la situación que atraviesan las y los operadores judiciales de algunos países de la región. “Durante la pandemia algunas de las decisiones de los tribunales entraron en conflicto con el Poder Ejecutivo de ciertos países con perfil autoritario de nuestra región, así como también en otras partes del mundo. Lamentablemente lo que se vio como respuesta fueron amenazas explícitas o implícitas a la independencia judicial, pero la magistratura no se dejó intimidar y siguió cumpliendo con su deber de impartir justicia y de proteger sobre todo a los más vulnerables. Hay que tener en cuenta que la independencia judicial no es un privilegio reconocido las juezas y los jueces sino que es un derecho fundamental de los ciudadanos de los estados democráticos de someterse a un proceso justo conducido por un juez o una jueza imparciales”, explicó Barone.
María del Carmen Battaini, presidente de JuFeJus destacó que “Tanto la Junta Federal de Cortes, como la Federación Argentina de la Magistratura, tienen objetivos similares que refuerzan la independencia judicial, con todos los principios y valores que de ella derivan: el resguardo al Estado de Derecho, el acceso a justicia como un servicio eficiente y eficaz (y como un acercamiento a la comunidad) y también – por sobre todas las cosas – aquello que nos une y nos refuerza, y nos hace crecer en nuestros saberes que es la capacitación, un pilar fundamental para poder seguir adelante en la tarea judicial”.
Con respecto a la independencia judicial el ministro de la Corte Horacio Rosatti, eligió hablar de la relación entre el juez, la justicia y la política. “¿Hay cuestiones que deben ser reservadas a la política y no deben ser resueltas por los jueces o todas las cuestiones que se judicializan, que se llevan ante un tribunal de justicia deben ser resueltas por los magistrados?”, se preguntó Rosatti para invitar a la reflexión.
Además, el ministro habló sobre el tan mentado activismo judicial: “Muchas veces se escucha que este juez está yendo demasiado lejos, está incidiendo en una política pública, esto es propio de los poderes representativos que somos elegidos directamente por el pueblo y no es propio de un juez”. Para explicar su posición rememoró el caso de la actualización de las tarifas de servicios públicos del año 2016, en el cual la decisión política era eliminar el subsidio que contenía el precio de las tarifas. “Esa es una decisión política, los jueces no podemos interferir en esa decisión. Después viene el cómo se llevó a cabo esa decisión y ahí es donde la Corte intervino e invalidó el aumento de tarifas ¿Por qué? Porque no se había respetado el proceso que establece la Constitución Nacional: las audiencias públicas, además de otros criterios. Es decir, los jueces no pusimos en tela de juicio el criterio del representante directo del pueblo, lo que hicimos es, esto de esta manera no se puede hacer”, explicó.
Para finalizar Rosatti afirmó que “el juez no debe caer en la tentación de asimilar aquello que no le gusta con aquello que es inconstitucional. El juez no es un árbitro de la corrección o la incorrección de las decisiones políticas. Las malas decisiones de los gobiernos no pueden ser corregidas por los jueces en sus decisiones sino por el pueblo en sus votaciones. Se pide a los jueces que no jueguen a ser políticos y a mi me parece muy bien, no hay que jugar a ser político y yo estoy de acuerdo con esto. Desde la judicatura pedimos a los políticos que se respeten las decisiones judiciales, puede haber interrelación sin interferencia, a condición que cada uno respete su competencia”.
Las jornadas continúan con una agenda variada los días 20, 21, 27 y 28 de septiembre, 4 y 5 de octubre, a partir de las 17 horas a través del sitio https://famconecta.org/
A través del siguiente link podrá acceder a cada entrevista o exposición de la apertura y los módulos de independencia judicial y perspectivas y violencia de género https://famconecta.org/novedades/
Día 2: Perspectiva de género y violencia