En el mes de marzo hay dos fechas significativas para las mujeres: 8 y 10 de marzo.
El 8 de marzo, se conmemora el Día Internacional de la Mujer, que tuvo su origen en la Resolución Nº 32/142 de Naciones Unidas, aprobada en 105ª sesión plenaria del 16 de diciembre de 1977, por la cual se exhortó a los estados a proclamar un día del año como Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. En esta resolución, se destacó la participación de la mujer en el fortalecimiento de la paz y la seguridad internacional, y contra el colonialismo, el racismo, la discriminación racial, la agresión y la ocupación extranjeras, y todas las formas de dominación extranjeras. Se pidió a todos los estados que continúen contribuyendo a crear condiciones favorables para la eliminación de la discriminación contra la mujer, su plena participación en el desarrollo social y en los esfuerzos para fortalecer la paz.
La elección del 8 de marzo tiene explicaciones en hitos relevantes de la lucha de las mujeres por la igualdad de sus derechos civiles. Uno de ellos fue recogido por Naciones Unidas entre los antecedentes, relativo a la huelga de mujeres en Rusia, en demanda de «pan y paz» (1917) como protesta por los millones de soldados muertos en las guerras zaristas.
Nada más actual que los fundamentos de la resolución Nº 32/142 de ONU en estos momentos en que se ha iniciado un conflicto armado. El llamado a la paz a través de las voces de las mujeres, subrepresentadas en los foros internacionales a pesar que históricamente integran la población civil más afectada por la ocupación extranjera.
A través del tiempo, la fecha ha sido resignificada hacia un llamado amplio a la participación igualitaria de las mujeres en diversos ámbitos. En este año, por ejemplo, el lema de ONU Mujeres es «Igualdad de género hoy para un mañana sostenible», para potenciar la igualdad de género en el contexto de la crisis climática, por ser las mujeres la población más vulnerable a los impactos negativos. Temática por demás actual a nivel global y de nuestro país, debido a las crisis ambientales que sufren varias provincias por la sequía y los incendios.
Entre esas resignificaciones, la igualdad de las mujeres en el acceso a puestos de decisión en la justicia es una temática relevante. La Corte Suprema de Justicia de la Nación, a través de la Oficina de la Mujer, y por iniciativa de la Ministra Carmen Argibay y continuada por la Ministra Elena Highton de Nolasco, ambas socias fundadoras de AMJA, desde hace una década publica el Mapa de Género de la Justicia Argentina. Este gran aporte a la visibilización de la situación de las mujeres, ha permitido mostrar la subrepresentación en los más altos cargos tanto en la Corte Suprema de la Nación, como en cortes y tribunales superiores de CABA y provincias, ministerios públicos fiscales y de la defensa. Minoría que es inversa a la composición de la base y estratos medios, en los que las mujeres son mayoría.
Esta realidad conocida como “techo de cristal”, no se modifica sustancialmente desde que comenzó el relevamiento, y llevó a la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina (AMJA) a lanzar una edición permanente de la campaña “Más Mujeres, Más Justicia”, que se había iniciado en años anteriores bajo la presidencia de Susana Medina de Rizzo. La campaña sensibiliza acerca del mandato constitucional de la igualdad (art. 16 CN, art. 2, a, Convención sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación de la Mujer, CEDAW), y la obligación estatal de cumplirlo.
En el marco de esta campaña, se produjo la vacante de la única jueza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. AMJA lanzó la propuesta “Por una mujer de la Justicia a la Corte”, en la que estamos acompañadas nada menos que por la Federación Argentina de la Magistratura (FAM).
También ha propuesto al Consejo Nacional de la Magistratura que para las convocatorias requiera a los estamentos correspondientes la postulación de mujeres como titulares y suplentes, que son los que deben ampliar su representación, según lo dispuesto por el fallo dictado por la Corte Suprema de la Nación en los autos “Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires y otro c/ EN -ley 26080, dto. 816/99 y otros s/ proceso de conocimiento” (16712/2021).
Este escueto repaso de las desigualdades reales, nos comprometen a aliarnos fuertemente con otras organizaciones y movimientos, porque pese a todo el discurso políticamente correcto, sobreviven prácticas patriarcales que se imponen a la hora de las propuestas en las designaciones que dependen de la discrecionalidad de los gobiernos, discriminando a las mujeres.
El “techo de cristal”, llevó a ONU a consagrar el 10 de marzo como Día Internacional de las Juezas, conforme a la resolución 75/274, en la 62ª sesión plenaria, del 21 de abril de 2021, en la que reafirma que “la participación activa de la mujer, en pie de igualdad con el hombre, en todos los niveles de la adopción de decisiones es indispensable para el logro de la igualdad, el desarrollo sostenible, la paz y la democracia”.
Conmemoración que en este año será la primera, y a la que invitamos a sumarnos en actividades educativas y de sensibilización, en favor de “promover la participación plena
y en pie de igualdad de las mujeres en todos los niveles de la judicatura”.
Cuando abogamos por la igualdad real de las mujeres en la justicia, no sólo es porque es un derecho y un mandato constitucional. Lo hacemos desde AMJA convencidas que la incorporación de mujeres con perspectiva de género en la judicatura y en los ministerios públicos y de la defensa, y en altos puestos de decisión, trae cambios importantes en la justicia.
La creación de oficinas especialmente vinculadas con temáticas relacionadas con los derechos humanos de las mujeres, incluidas las víctimas de violencia, las capacitaciones acerca de los derechos humanos comprometidos, los registros y cartografías de acceso a justicia, mapa de género y femicidios, fueron iniciativas de las ministras mujeres de la Corte.
No se necesita decir más para justificar las dos fechas que Naciones Unidas destinó a la igualdad en relación a las mujeres.