Cocineros y cocineras juntos por el Etiquetado

El colectivo ACELGA (Asociación de Cocineros y Empresarios Ligados a la Gastronomía Argentina), que agrupa a los mejores cocineros y cocineras de la Argentina como Narda Lepes, Donato De Santis, Germán Martitegui, Francis Mallman, Dolli Irigoyen, Soledad Nardelli, Agustín Benito, Christophe Krywonis, y Juliana López May, entre otros, viene impulsando la ley de etiquetado busca […]

24.12.20

Cocineros y cocineras juntos por el Etiquetado

El colectivo ACELGA (Asociación de Cocineros y Empresarios Ligados a la Gastronomía Argentina), que agrupa a los mejores cocineros y cocineras de la Argentina como Narda Lepes, Donato De Santis, Germán Martitegui, Francis Mallman, Dolli Irigoyen, Soledad Nardelli, Agustín Benito, Christophe Krywonis, y Juliana López May, entre otros, viene impulsando la ley de etiquetado busca obligar a que los alimentos lleven rótulos en el frente de los envases, advirtiendo sobre el exceso de nutrientes críticos como azúcar, sodio, grasas y calorías, para respetar el derecho a la información de los consumidores. Algo que, por otra parte, ya se viene implementando o analizando en otros países de Latinoamérica como Chile, Perú, Ecuador, Uruguay y México.


Nada Lepes, recientemente elegida como “Mejor Chef Femenina” de América Latina 2020, es una de las una de las impulsoras en Argentina de un proyecto de ley de etiquetado frontal de alimentos que está en debate en el Congreso y que pretende colocar en forma visible y destacada el contenido de sodio, azúcares, grasas y calorías de los productos.

“En ACELGA queremos la ley porque es necesaria y urgente. Venden productos adictivos que las personas elijen, dejando de alimentarse con lo que sí les hace bien. El Estado tiene que regular. Si cada peso que destinás a investigar y desarrollar es para que las personas consuman más veces por semana algo que está comprobado que a largo plazo causa problemas de salud, no hay más discusión. No hay que hacerles entender nada. El único que tiene que entender es el consumidor y para eso es el etiquetado frontal. Espero que suceda lo mismo que en México que funcionó rápido y gracias a su etiquetado nutricional la gente disminuyó el consumo de ciertos alimentos e instaló una discusión en la sociedad que hace que esto avance. La ley por sí sola no alcanza”, reflexionó Narda.

Narda Lepes dedicó gran parte de su carrera a recorrer al mundo para investigar, “yo vengo hace 15 años dándole vueltas al tema, siguiéndolo en el mundo, viendo qué es lo que pasa cuando se implementa, si termina funcionando o no. Después pasan un montón de cosas buenas y malas, a veces se reformula, se cambia el azúcar por edulcorante que tampoco es lo mejor, pero por lo menos se empieza a correr la bola”.

“Respecto del Código Alimentario, hablo por mí porque en ACELGA todavía no entramos en esa discusión. Es un documento con muchos años que habría que rever completo. Si la definición de alimento es errónea, ¿cómo hacés para construir sobre ladrillos que no son sólidos? Alimento es lo que nutre y sustancia comestible es lo que se puede comer, pero no nutre. Si no nutre, no debe ser considerado alimento”, concluyó la cocinera.

El colectivo ACELGA muestra su preocupación por los intereses contrapuestos entre el Ministerio de Salud y la Copal (Coordinadora de la Industrias de Productos Alimenticios) ya que mientras la cartera de salud empuja esta iniciativa con entusiasmo, la Copal objeta la futura regulación ya que teme la demonización de ciertos productos, como manifestó su titular, Daniel Funes de Rioja, en el programa televisivo Minuto Uno, “el sector está dispuesto a discutir modelos y a buscar compatibilizar con normas de otros países en el marco del Mercosur. Necesitamos una normativa que no sea un impedimento a la hora de exportar ni que perjudique a las pymes”.